martes, 22 de marzo de 2011

Aracne y Minerva


Aracne era la hija de Idmón de Colofón. Era famosa en Hipepa (Lidia), donde tenía su taller, por su gran habilidad para el tejido y el bordado.
Las alabanzas se le subieron a la cabeza y desafio a Minerva
la diosa de la sabiduría y la guerra además de la artesanía. La diosa se enfadó, pero dio a Aracné una oportunidad de rendirse. Adoptando la forma de una anciana, advirtió a Aracne que no ofendiera a los dioses. La joven se burló y deseó un concurso de tejido, donde pudiera demostrar su superioridad. Minerva se quitó el disfraz y el concurso comenzó.
Minerva tejió la escena de su victoria sobre
Neptuno, que inspiró a los ciudadanos de Atenas a bautizar la ciudad en su honor, el tapiz de Aracné representaba veintidós episodios de infidelidades de los dioses, disfrazados de animales: Júpiter siendo infiel con Leda, con Europa, con Dánae, etcétera.
Incluso Minerva admitió que la obra de Aracne era perfecta, pero se enfadó mucho por la irrespetuosa elección del motivo.
Perdiendo finalmente los estribos, destruyó el tapiz y el telar de Aracne, golpeándolos con su lanzadera, y también a la joven en la cabeza. Aracne advirtió su insensatez y quedó embargada por la vergüenza. Huyó y se ahorcó.
En el relato de Ovidio, Minerva se apiadó de Aracne transformandola en una araña.


José Ignacio Jiménez de los Galanes Márquez y Guillermo Velasco Aguado 3ºD

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